De los tres, el piloto del M-Sport World Rally Team, Ostberg (arriba) fue quien tuvo mayor fortuna, ganando el Rallye Sorland del Campeonato de Noruega al volante de un Ford Fiesta R5.
Ostberg tuvo que hacer frente a pilotos del WRC como Anders Gröndal y Eyvind Brynildsen, fraguó su triunfo con más de un minuto de ventaja sobre sus rivales tras ser el más rápido en los primeros cuatro tramos.
Brynildsen puso fin a su racha de scratch en la quinta especial, pero Ostberg se adjudicó con claridad el rallye con un margen de 2 minutos y 2 segundos sobre Grondal, que fue segundo.
En la otra punta del mundo, Paddon regresó a su país una semana después de haber logrado su primera victoria en el WRC en Argentina.
El neozelandés disputó el Rallye Internacional de Whangarei, la segunda cita del Campeonato de Nueva Zelanda, pero después de su apabullante victoria en la primera prueba disputada en Otago, Paddon se vio obligado a abandonar con problemas en el cambio de su Hyundai i20 AP4.
Una vez solventados estos problemas, se reenganchó el domingo para acabar el rallye y ganando los seis tramos restantes.
Al igual que Paddon, el líder del WRC 2, Elfyn Evans, tuvo problemas que le impidieron alzarse con el Rallye Pirelli Carlisle del Campeonato Británico.
El galés fue el más rápido con su Ford Fiesta R5 en todos los tramos menos uno, pero pasó al quinto puesto en la tercera especial después de golpear una roca y dañar una rueda delantera.
Evans se recuperó con fuerza, pero su remontada se vio obstaculizada por los tiempos mínimos establecidos por los organizadores del rallye. A pesar de que Evans podría haber vencido, no pudo reducir la diferencia en una serie de tiempo nominales que sólo le permitieron acabar tercero por detrás del ganador, su rival en el WRC 2, Frederik Ahlin, y el segundo clasificado, Matthew Wilson.