Se ha creado un grupo de trabajo compuesto por pilotos, representantes de las marcas, organizadores y medios de comunicación con el fin de alcanzar un consenso general para relanzar este certamen
A nadie le es indiferente que el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto no pasa por su mejor momento. En los últimos años, diversos factores han hecho que este certamen pierda el brillo del que gozó en otras épocas: crisis económica, ausencia de marcas oficiales -salvo la decidida apuesta de Suzuki Ibérica-, incremento de costes, falta de repercusión,… Estas últimas temporadas diferentes proyectos privados, junto al apoyo semioficial de algunas fábricas y la igualdad deportiva reinante -de 2005 a 2009 el título se decidió en los últimos compases- habían servido para mantener una calma chicha en medio de la zozobra general. Pero, por varias circunstancias, este año la situación se ha agravado, y, ante ésto, la Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA) ha resuelto poner cartas en el asunto.
El organismo presidido por Carlos Gracia ha decidido crear un grupo de trabajo integrado por los principales actores del campeonato: pilotos, marcas, preparadores, entidades organizadoras, medios de comunicación,… con la premisa de crear entre todos un paquete de medidas que permitan estructurar un campeonato «más atractivo para deportistas y organizadores«, según reza la nota oficial emitida al respecto.
En definitiva, se trata de adaptar el campeonato a la situación económica actual, buscando una reducción general de las exigencias económicas, tanto para los equipos como para las escuderías, tratando, al mismo tiempo, de potenciar la difusión del campeonato, especialmente a través de la televisión -que sigue siendo el gran caballo de batalla y, paradójicamente, el principal reclamo para las marcas-, de maquillar las exigencias técnicas con el fin de abrir el abanico a un espectro mayor de participantes y máquinas, y de «recuperar la esencia de este deporte«, sin comprometer, eso sí, «los diferentes dispositivos y normas de seguridad«.
Por otro lado, el dominio mostrado en el Rallye Príncipe de Asturias por los Porsche 911 GT3 de Miguel Fuster y Segio Vallejo -hasta su retirada- sobre los S2000 de Alberto Hevia, Xevi Pons y Jonathan Pérez -que rodaban con 50 kilos más de peso que en otros rallyes al ajustarse a las normas de la FIA que imperan en el Europeo- podría marcar un punto de inflexión en la reglamentación del campeonato. Las quejas vertidas por varios pilotos respecto a las prestaciones de los Porsche, cada vez más rápidos y polivalentes, han sido escuchadas por la Real Federación Española de Automovilismo (RFEdA), que, según ha comunicado, está pulsado la opinión de los componentes del grupo de trabajo y de los responsables de su área técnica para decidir si aplican alguna variación en el reglamento de cara a las dos últimas citas del Nacional, Sierra Morena y Comunidad de Madrid, precisamente los rallyes más favorables para los Porsche.
Fuente: revistascratch.com