Autor: Jose Soto

El Rías Baixas fue el primer rallye en el que Roberto Méndez se presentó como responsable del programa de Xevi Pons en el Nacional de Asfalto, después de que el preparador leonés adquiriese toda la flota de vehículo del extinto equipo Nupel. Las partes implicadas en el proyecto del catalán (Ford España, RACC, RMC, Estrella Galicia y Hankook) se reunieron en Vigo para coordinar el apoyo que iba a ofrecer cada una de ellas, y decidir cuál debía ser el camino a seguir de ahí en adelante.

Desde la marca del óvalo ya entonces aseguraron que no estaban en disposición de aportar el presupuesto necesario para completar el resto de la temporada. Pese a ello, gracias a la ayuda de la marca y al esfuerzo personal de Xevi Pons y Roberto Méndez, que hicieron todo lo posible en pos de encontrar la financiación necesaria para ir cubriendo los costes rallye a rallye, el de Manlleu pudo competir con su Ford Fiesta S2000 en Ourense -decisión que acarreó la salida voluntaria del proyecto del que hasta entonces había desempeñado el papel de team mánager, Luis Moya-, Ferrol y Príncipe de Asturias -en ambas citas contaron únicamente con el soporte de Ford España y Hankook-.

Pero, como ya anunciaron en su día, desde la filial española de la marca sólo podían aportar el presupuesto necesario para dos o tres rallyes. No más. Esa cifra ya se ha cumplido, incluso ha sido superada. De modo que -aunque dejan la puerta abierta a una posible participación en el Rallye Comunidad de Madrid si los números lo permiten- Ford España ha tenido que poner fin al ambicioso programa en el Nacional de Asfalto 2011 con el que se presentaron allá por Marzo en el Rallye de La Vila Joiosa.

El futuro de Xevi

El Ford Fiesta S2000 de RMC con el que ha competido Pons ya está puesto a la venta. El catalán -que ha sido padre recientemente- debe decidir ahora la montura con la que intentará su última ofensiva por conquistar el título nacional esta temporada. Su primera baza es la de ponerse al volante de un Mitsubishi EVO X Gr.N+ del preparador leonés, una montura con la que se adjudicó el subcampeonato absoluto y el título de su categoría en la temporada 2009. Otra opción sería pedirle prestado a su suegro, Josep Mª Salvans, el Porsche 911 GT3 con el que el de Manlleu disputó los dos últimos rallyes del Nacional de 2008, Costa Brava y Shalymar, y ganó el Rallye Osona al año siguiente; aunque esta última hipótesis presenta una probabilidad menor que la primera.

Ahora a Pons le toca valorar pros y contras, decidirse por una de las dos cartas que tiene encima de la mesa y salir a por todas a los tres últimos rallyes del campeonato. Llanes, Sierra Morena y Madrid serán los escenarios donde se escribirá el desenlace de esta película. Aún está en juego la corona del Nacional.

Que la situación de Sébastien Ogier en el equipo Citroën ya no es la que era resulta evidente. La renovación de Sébastien Loeb con la marca del doble chevrón ha venido acompañada de una degradación en el estatus del chico de Gap, que ya no es ese joven talentoso al que Olivier Quesnel dejaba correr todo lo que quisiera recién ascendido a la primera alineación. Desde que su compañero prolongó su contrato, las órdenes de equipo han vuelto a hacerse presentes en la carpa del equipo rojo, como en los tiempos en que el rol de segundo piloto lo ejercía un español siempre obediente…

Tras la tensión que se vivió en Alemania -Ogier tuvo que dar explicaciones a sus jefes por su comportamiento- parece que lo sucedido en Down Under -donde se tuvo que sacrificar por su jefe de filas, como en sus tiempos en el equipo Júnior-, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Ogier. El de Gap, que aún tiene contrato con Citroën hasta el año que viene, con opción a una temporada más, ha vuelto a mantener contactos con Ford a través de Malcolm Wilson, como ya ocurrió en el verano de 2010. Pero la marca del óvalo aún no tiene asegurada su continuidad en el Mundial. Y parece que, después de recibir la negativa de Loeb en el último momento, los que tienen muchas ganas de contratar ahora a Ogier son los responsables de Volkswagen.

Carlos Sainz, el consultor del nuevo proyecto de la firma de Wolfsburgo, la persona que había convencido a su amigo ‘Seb’ para que aceptase la oferta de los alemanes, hasta que llegó Jean-Marc Gales y logró amarrarlo a Citroën… ha confirmado hoy en una entrevista realizada por la radio francesa ‘RMC Sport’ que el equipo germano está muy interesado en hacerse con los servicios del joven francés, y, de hecho, ya han mantenido conversaciones con él.

«Fue una pena para nosotros que Loeb se quedase en Citroën, pero nosotros lo respetamos, fue su elección, y es lógico que permanezca en el equipo donde ha hecho toda su carrera. Por supuesto que Sébastien Ogier podría fichar por Volkswagen. Es uno de los pilotos más jóvenes, y es muy rápido. Es cierto que estamos muy interesados en él. Es uno de los pilotos con los que hemos contactado para el futuro. Por ahora tiene contrato con Citroën, pero nunca se sabe lo que puede ocurrir…«, ha dicho el madrileño.

Si Ogier logra desligarse de Citroën y alcanza un acuerdo con Volkswagen tendría que estar un año sin correr en el Mundial, pero, por otro lado, llegaría con veintiocho años como jefe de filas a un equipo con muchos medios y aspiraciones en el que podría evolucionar y forjarse el palmarés con el que siempre ha soñado. Además de zanjar su guerra particular con Loeb, claro… Los pesos ya están puestos encima de la balanza.

Fuente: revistascratch.com