Quinto triunfo de la temporada para el francés tras un duelo al segundo con el español de MINI, que ha luchado por la primera posición hasta el final. Hirvonen y Ogier se aproximan a Loeb en la general del Mundial a falta de dos rallyes.
Sébastien Ogier ya puede gritar a los cuatro vientos, cuando descienda a toda velocidad sobre sus esquíes por una de esas laderas nevadas de los Alpes, que es el piloto que más rallyes ha ganado este año en su primera temporada en el equipo titular de Citroën. Y, también, que ha sido capaz de contradecir esa máxima de imbatibilidad en asfalto que Loeb llevaba cumpliendo a rajatabla desde 2005. Pero, ya no…
El chico de Gap, la nueva estrella del campeonato que cada vez brilla con más fuerza en el horizonte, ha conseguido su quinto triunfo del año en el Rallye de Francia, en la Alsacia, en la tierra que vio nacer a ‘Seb’, su compañero, tocayo, compatriota e íntimo rival, el piloto cuya sombra se quiere quitar de encima, con el que parece destinado a no entenderse, al que pretende derrotar…
Ogier se ha colgado una nueva medalla en la carrera de egos que parece librar desde el silencio con Loeb; se ha adjudicado el segundo triunfo de su carrera en asfalto, tras el que obtuvo en Agosto en Alemania a raíz de un pinchazo de su rival que, para el aspirante a Campeón, no fue más que un gesto de justicia deportiva… Esta vez, una avería en el motor mucho más prematura que aquel pinchazo que acabó decantando el triunfo a su favor, le liberó de la presión de Loeb nada más iniciarse el rallye.
Pero, en su camino hacia el podio de Estrasburgo, Ogier ha debido hacer frente, a causa de una de esas bromas pesadas que gasta a veces el destino, precisamente al piloto que desbancó del equipo Citroën hace un año, a Dani Sordo, quien, corriendo ahora para otra marca, vestido de una tonalidad de rojo diferente a la que había lucido hasta ahora, sin un programa completo esta temporada, y con un coche, el MINI John Cooper Works, que, prácticamente, acaba de nacer, ha sido capaz de disputarle la victoria al chico de Gap hasta el último tramo, firmando, probablemente, la mejor actuación que se le ha visto desde que debutó en el Mundial con un WRC hace cinco años.
Al final, una escueta diferencia de 6″3 ha decantado la balanza a favor de Ogier. Pero, como Ogier, Dani también puede gritar a los cuatro vientos en alguno de los verdes prados de su Cantabria natal, e infinita, que ha vuelto al Mundial con ánimos renovados y pleno de confianza. Y, en el próximo rallye, el Catalunya, corre en casa. Fuerza…
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