Fuente: M.G. Rallynoticias.com
Tal como lo adelantaramos hace semanas, ha llegado el momento cúlmine en la relación entre un súper campeón y la marca que defendió con fidelidad excepcional; un hecho que a nivel de los grandes pilotos solo reconoce a Markku Alen y su vínculo con el Grupo Fiat.
Lo cierto es que sin confirmación obviamente, pero con muchos analistas detrás del hecho periodístico, todos los caminos parecen llevar a Loeb a Alemania.
Las razones que se cotejan son variadas, pero algunas conjugan hechos trascendentes.
En primer lugar, la amistad nacida entre Loeb y Carlos Sainz (foto) cuando compartieron el equipo oficial francés.
La relación se fortaleció particularmente por un hecho fundamental que tuvo a Córdoba, como vector, cuando Loeb logró doblar el nùmero de victorias logradas por el español, que precisamente en el rally mundial argentino 2004 había alcanzado su triunfo nùmero 26.
Sainz reconoció particularmente la hazaña de Loeb y la relación entre ambos se fortificó, aún con el madrileño fuera del circuito.
A este vínculo emotivo y casual -o no- se suma el aspecto económico: el doble de la cifra que el galo recibe en Citroen y por si fuera poco, la disponibilidad de una plaza en uno de los Audi oficiales que correrán en Le Mans 2012.
El único escollo visible, sería la tarea de desarrollo del Polo, un trabajo arduo y constante para un auto nuevo, pero al parecer VW tendría cubierto el trabajo más exigente, incluso con la participación del propio Sainz, con lo cual Loeb ensayaría alternativa para las verificaciones y evoluciones finales.
No es poco y en esta semana se define.