Una segunda etapa de infarto deja fuera de carrera a buena parte de los aspirantes al triunfo, resultando en un doblete para Mitsubishi-Repsol
Cristian García ha logrado su cuarta victoria del año en el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto al imponerse en un Rallye Santander Cantabria lleno de incidentes hasta el último momento. El piloto de RMC Motorsport ha sido segundado por su compañero de equipo Alberto Monarri, logrando así un doblete de Mitsubishi-Repsol con Sergio Vallejo que ha visitado el podio por primera vez esta temporada.
García lideraba una vez más el pelotón, pero no conseguía marcar el mejor tiempo – Burgo, Pérez, Pernía, Sergio Vallejo y Monarri superaban al líder del campeonato en los parciales. Vallejo perdería tiempo al final, pero el scratch destacado fue para Pernía y su Ford Fiesta R5, con Burgo a tres segundos, Monarri a cuatro, Pérez a cinco y García a siete. En el siguiente tramo, Barcenilla-Vega 1, Monarri marcaba el mejor tiempo y se colocaba segundo, a menos de dos segundos de Pernía – los dos comenzaban a destacarse de Burgo, Pérez y García, mientras que Vallejo ocupaba una distante sexta posición a medio minuto de la cabeza de carrera.
Manuel Mora hacía buen uso del nuevo Ford Fiesta R2T preparado por Roberto Méndez para colocarse al frente de la categoría R2, peleando con Esteban Vallín y Ángel Paniceres como distante tercer clasificado en el segundo Opel Adam R2 del equipo oficial. El resto de pilotos de la categoría (Roberto Blach y Roland Holke) ya estaban un minuto por detrás de Paniceres y a minuto y medio de Mora.
El primer abandono tuvo lugar entre los Grupo N fue el de David Guardado, cuyo Mitsubishi Lancer Evolution IX bajaba ya maltrecho de la salida ceremonial. Solans tuvo problemas de frenos en el primer tramo y salió nueve minutos más tarde en el segundo. Por desgracia, el pedal volvió a fallar de la misma manera y el de Matadepera se salió de la pista, atropellando a dieciocho personas de las cuales once resultaron heridas – la organización neutralizó el tramo de inmediato y sacó a la ambulancia a pista, aunque pronto se confirmó que ninguna de las heridas resultó ser de extrema gravedad.
La organización desplegó las seis ambulancias repartidas en todo el itinerario – por normativa han de ser cuatro por la cantidad de kilómetros, pero la organización prefirió asegurarse en este aspecto – además de desplegar un helicóptero. Aunque la Guardia Civil controló la situación a los pocos minutos, la falta de ambulancias en el resto del itinerario hizo que se cancelara el resto de tramos de la jornada.
El rallye retomaba la normalidad durante la mañana del sábado con el recorrido de Riotuerto – Arredondo 1. RMC Motorsport parecía tener todo bajo control con Pernía al frente hasta que el héroe local tuvo un toque con su Ford Fiesta R5, dañándolo y quedándose parado en el tramo. Para que no fuese neutralizado, los espectadores que se encontraban en la zona llevaron el coche hasta un descampado. De este modo, García se colocaba en primera posición seguido de Monarri, con Burgo como rival más cercano. Pérez era cuarto y un distante Vallejo (a casi un minuto de la cabeza) quinto, mientras que Antxustegi lideraba a su compañero de equipo Díaz al frente de la clasificación de los Dos Ruedas Motrices. Por detrás, Efrén Llarena comandaba la Copa Suzuki y Miguel García le arrebataba el liderato en la Copa Dacia Sandero a Javier Bouza al mejorar su tiempo del TC-5 en trece segundos.
El segundo varapalo del día en la clasificación vendría en la primera curva del TC-6, cuando Burgo tuvo una salida de pista y se quedó también fuera de carrera (sin consecuencias para los dos hermanos). García marcó el scratch por un segundo sobre su compañero de equipo y Pérez y Antxustegi se quedaron a tres segundos del líder del campeonato.
Entre los pilotos R2, Vallín y Mora retomaron su batalla con Ángel Paniceres como tercer jinete – el primer piloto de Opel fue el más rápido en el TC-5, pero en el TC-6 el de RMC le recortó cinco segundos – con Vallín colocándose al frente en la clasificación. Llarena empezaba a tener en su bolsillo la victoria en la Copa Suzuki Swift a la vez que Miguel García y Bouza peleaban la primera posición en la Copa Dacia. José Javier Pérez sufría un accidente al salirse de la pista y chocar contra un vehículo estacionado en un cruce del TC-5 al que se llegaba a gran velocidad.
La segunda pasada por Riotuerto – Arredondo fue caótica para varios pilotos que venían por detrás, comenzando por Mora y Daniel Peña: el primero sufría una avería mecánica y abandonaba por tercer rallye consecutivo mientras que el segundo se accidentaba con su Citroën DS3 R3T. Más adelante Guardado (reenganchado tras abandonar antes de la salida del primer tramo del viernes) sufría un pinchazo y Roberto Blach se veía obligado a detenerse con problemas en su Peugeot 208 R2 durante varios minutos. Daniel Marbán tampoco terminaba el tramo debido a la rotura del motor de su Lotus Exige R-GT, mientras que otros pilotos se demoraban entre cinco y siete minutos con respecto al tiempo de García. El resultado final era que tras los seis primeros clasificados Vallín se mantenía séptimo (y primero entre los R2), seguido de su compañero de equipo Paniceres, José Antonio Alonso en su Mini N2 y Llarena, líder de la Copa Suzuki Swift.
El TC-8 comenzó de manera reposada para la mayoría de los participantes salvo para Monarri: mientras lideraba el pelotón y cruzaba el punto intermedio del tramo pinchó un neumático, cediendo más de un minuto con respecto a los hombres de cabeza. Esto hizo que Pérez subiera a la segunda posición, aunque a más de un minuto de un García que recuperaba el ritmo dominante de las primeras pruebas. Con Mora fuera de carrera, Esteban Vallín tenía clara la victoria en la categoría R2, mientras que Llarena era también líder destacado en la Copa Suzuki Swift. No obstante, en la Copa Dacia Sandero Bouza se acercaba a Miguel García en la pelea por la primera posición, pero en el TC-8 la distancia entre ambos se incrementó en diez segundos.
El penúltimo tramo del rallye tampoco iba a ser calmado, pues en mitad de la pelea por la segunda posición Pérez sufrió una avería mecánica que le dejó fuera de carrera, dejando en solitario a los dos Mitsubishi con Vallejo en tercera posición. Antxustegi heredaba la cuarta posición pero arrancó una rueda y tuvo que abandonar también, lo que colocó a Díaz cuarto y Vallín quinto con el Adam R2. Todos los pilotos optaron por asegurar en el último tramo hasta el final y García llegó a meta para volver al triunfo después de que se le escapara la victoria en Ferrol. Monarri aseguró la segunda posición por delante de Vallejo, quien lograba su primer podio con el Citroën DS3 R5 tras su exitosa era Porsche.
Díaz lograba el triunfo en Dos Ruedas Motrices con su Suzuki Swift S1600 por delante de Esteban Vallín y su Opel Adam R2 (ganador a su vez entre los R2), mientras que Paniceres, Alonso, Llarena (ganador en la Copa Suzuki Swift), Juan Manuel Mañá y Emma Falcón (una vez restituyeron los tiempos del TC-7) completaron las diez primeras posiciones. Miguel García fue capaz de aguantar los ataques de Bouza para conseguir el triunfo en la Copa Dacia Sandero.