Fernando Alonso se paró en una de las curvas del trazado a recoger la enseña española que uno de los comisarios del Circuit le tendía y la FIA le llamó a declarar tras la carrera, siguiendo el Reglamento Deportivo
Los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo emitían un comunicado en torno a las cinco de la tarde hora española en el que aseguraban que Fernando Alonso estaba siendo investigado por “haber recibido un objeto una vez finalizada la prueba.”
La sorpresa se reflejaba en los rostros de los diferentes compañeros que se encontraban en la sala de prensa y es que en situaciones anteriores, sin ir más lejos como la celebración del español en Valencia en 2012, la FIA no llegó a entrar a sancionar al piloto de Ferrari.
Una hora y algo después, con las especulaciones recorriendo el Media Center del Circuito de Cataluña y con la teoría de que una multa económica sería lo más lógico y previsible, la FIA emitía un nuevo comunicado en el que aseguraba que “habiendo hablado con el piloto y su equipo, revisado los vídeos del incidentes y considerando el mismo, no se tomará ninguna acción extra para ser consecuentes con situaciones previas similares en las que no se entró a sancionar.”
El artículo 43.3 del Reglamento Deportivo de la Fórmula 1 deja bien claro que queda prohibido “recoger ningún objeto una vez finalizada la prueba.” La sanción parecía segura pero la FIA tomó la decisión de seguir la misma línea que utilizó para no entrar a sancionar al español en el GP de Europa 2012, donde llegó a bajarse del monoplaza para celebrarlo con las eufóricas gradas del Valencia Street Circuit.